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Este sitio que en un principio se llamó Parque Sucre, fue uno de los primeros espacios públicos de la ciudad, más tarde y con la inauguración de la estatua del Sabio Francisco José de Caldas, adoptó el nombre actual, con el pasar de los años, se fue transformando hasta llegar a ser lo que es ahora, un espacio donde las zonas verdes son limitadas y el comercio forma parte vital de su existencia. Durante la semana y aún más los fines de semana, son muchas las personas que transitan por el Parque Caldas, un lugar de encuentro cultural y esparcimiento para manizaleños y visitantes donde se mezcla la tradición y la modernidad, porque aunque todavía conserva su esencia como sitio de esparcimiento, son notables las modificaciones que ha sufrido con el paso del tiempo.

Durante la semana y aún más los fines de semana, son muchas las personas que transitan por el Parque Caldas, un lugar mezcla de tradición y modernidad, porque aunque todavía conserva su esencia como sitio de esparcimiento, son notables las modificaciones que ha sufrido con el paso del tiempo.



Este sitio que en un principio se llamó Parque Sucre, fue uno de los primeros espacios públicos de la ciudad, un mangón que era concurrido por jóvenes para elevar cometas y divertirse por medio de juegos.



Más tarde y con la inauguración de la estatua del Sabio Francisco José de Caldas, adoptó el nombre actual, convirtiéndose en epicentro de una élite culta, que fue influenciada por el movimiento literario de los años 30 y era utilizado para realizar retretas y otras actividades culturales.







Entre carreras 22 y 23 y calles 29 y 30.



Con el pasar de los años, se fue transformando hasta llegar a ser lo que es ahora, un espacio donde las zonas verdes son limitadas y el comercio forma parte vital de su existencia, en él, vendedores, lustrabotas, fotógrafos y jubilados, van llegando cada mañana para ocupar un lugar en el parque.



Dentro de los elementos que lo conforman se encuentra la iglesia de la inmaculada, la cual fue inaugurada el 8 de diciembre de 1909 y marcó una gran influencia familiar, el parque se podía considerar como antesala del templo, pero con la construcción del Centro Comercial en 1985 está connotación cambio.



En medio de sus guaduales se puede vislumbrar el busto del que fuese el primer profesor de Manizales, el maestro José María Gingue Camacho, quien como los otros iconos de este sitio, han sido testigos del pasar de los calendarios, los cuales han convertido al Parque Caldas en centro neurálgico de una ciudad y punto obligado para cualquier persona que transite por las carreras 22 o 23, antiguamente llamadas la quiebra del guayabo.

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